La ciudad del futuro también es inteligente.

La inteligencia se define (según la RAE) como: ‘’Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad’’ otros autores la han definido como la cualidad de adaptarse a diferentes cambios o escenarios y salir airoso de ellos.

Por lo tanto, algo inteligente es algo que está dotado de inteligencia, que se adapta y muta con las situaciones para superarlas y sacar el máximo partido de estas.

Igual que vimos en el artículo de  las Eco-Ciudades, la construcción y planificación de las ciudades ha ido evolucionando con la sociedad, adaptándose a los cambios de esta para hacer de ellas un lugar más cómodo donde vivir además de un lugar más práctico y responsable con el medio ambiente.

Ciudades como Barcelona  demuestran que un buen plan urbanístico no tiene fecha de caducidad.

Cerdá (el urbanista de Barcelona) nos demostró como crear un plan efectivo, que perdure en el tiempo planificando una estructura que a día de hoy sigue siendo plenamente funcional y brillante. La tendencia actual son las ciudades inteligentes o las Smart Cities, porque combinando la astucia de grandes arquitectos e ingenieros con la tecnología  hacen que las posibilidades sean infinitas, ciudades como Tokyo o Nueva York son buenos ejemplos de ello.

Podríamos decir que las ciudades inteligentes son el resultado de la necesidad de desarrollar espacios que estén en equilibrio con la naturaleza, que utilicen infraestructuras modernas e innovadoras y se sirvan de la tecnología para mejorar, entre otras cosas, la sostenibilidad medioambiental.

 En el caso de Green Valley, además de contar con un plan urbanístico pensado a futuro, tenemos varios puntales que fundamentan nuestra posición como ciudad inteligente, ya que, mejoran nuestra organización, seguridad y tratamiento de residuos:  el transporte público (gestionado a través de sistemas de información para hacerlo más rápido y efectivo) la conectividad en la ciudad (con numerosos tubos de comunicación), el suministro de energía (con placas solares tanto para uso privado como público, además de una iluminación LED en todo el proyecto sustentada 100% por energía solar), el suministro de agua (diseñado para el ahorro y la reutilización siempre que sea posible), el saneamiento del proyecto, el manejo de los desechos, el gobierno electrónico y la participación ciudadana.

Por ejemplo, gracias al refinado sistema de transporte público podremos saber cuáles son los puntos de mayor afluencia matinal para tomar el bus. De esta manera se podrán doblar las líneas de bus en esos ‘puntos calientes’ para evitar las aglomeraciones.

Así, aprovechamos la tecnología para mejorar la calidad de vida, recogiendo información de calidad podremos gestionar todos los puntos que mencionamos anteriormente para administrar de una manera correcta todas las amenidades de nuestro proyecto.

No Comments

Post A Comment